Adiós a la Liga

Este artículo es una parodia. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

El Barça ayer sólo consiguió alargar la agonía ganando al Real Madrid. La Liga no está más cerca, nada de eso. En la prensa no se dice porque no interesa, pero si el Barça perdiese los diez partidos que quedan (es una posibilidad), el Madrid sólo tendría que conseguir una victoria y un empate para ganar el título. Sólo cuatro puntos. ¿Y alguien cree que el Madrid sólo va a conseguir cuatro puntos en lo que queda de temporada? La lucha del Barça está en asegurar el cuarto puesto. Que alguien vaya llamando a Rivaldo. Y que se traigan a Gaspart.

Respecto al partido de ayer, Luis Enrique trató de emular de salida el genial planteamiento del Tata el año pasado, que muy acertadamente dijo que tampoco interesaba que Messi participase mucho del juego. “Si tienes al mejor jugador del mundo en tu equipo, déjalo aislado, eso les confundirá”. Esto último está extraído de ‘El arte de la guerra, de Sun Tzu, ya hacia el final, cuando entra a valorar las tácticas del fútbol. Pero Luis Enrique no tiene la habilidad de Martino (¡pibe, volvé! ¡Valvé! ¡Steam!) y si el Madrid no marcó cinco es porque se los reservó para eliminarnos en la Champions, toda vez que la Liga ya la tienen ganada.

Sospecho que en el descanso bajó Rexach al vestuario a poner los puntos sobre las íes. De ahí el fútbol total en esos segundos cuarenta y cinco minutos. Nos vamos recuperando por fin del veneno que inoculó ese que ha solucionado el insomnio en Baviera, con tanto pasecito intrascendente. Patadón y que la busque Suárez, que para eso está. Alves lo entendió y de ahí vino el segundo gol. No vibraba tanto con el fútbol del Barça desde aquellos gloriosos meses con Serra Ferrer (¡torna!). La lástima es que Sandro Rosell no pudiese ver su creación desde el palco. Cogió un equipo en decadencia y lo ha transformado en esta máquina de hacer fútbol, un equipo que llegará a la historia por más cosas que el récord de pases en un partido. Se sacrificó por nosotros, como cierta persona hace 2000 años. Los culés de verdad, ese exiguo 16%, sabemos a quién tenemos que dar las gracias.

Después habrá palos a Rosell por los millones que dio al padre de Neymar. Fueron pocos.
Después habrá palos a Rosell por los millones que dio al padre de Neymar. Fueron pocos. El chaval le tiene que pedir ropa prestada a Alves.

El final del partido no tuvo mucha historia, pero no haré sangre con el Madrid. Venían de jugar el miércoles un partido muy duro de Champions y nosotros estuvimos toda la semana descansando, jugando al Twister o dejando a Messi ganar al Monopoli para que luego no pida más renovaciones. Ya se lo encontrarán luego sus compañeros cuando los invite a algún asado (o comida de grupo, como se llaman ahora) y los del restaurante no acepten sus falsos billetes. Espero que guardes una tarjeta para salir de la cárcel, Leo.