Pep Guardiola vuelve al Camp Nou

Prácticamente tres años después de su última visita, Pep Guardiola volverá mañana al Camp Nou. Lo hará para presenciar el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League entre el Barça y el Manchester City, pero todo hace presagiar –según explica Luis Martín en El País– que no acudirá al palco como suele ser habitual en los técnicos de otros equipos, sino que ocupará su asiento en la tercera gradería del estadio.

Desde que abandonó el banquillo azulgrana al finalizar la temporada 2011-2012, Guardiola no ha vuelto a pisar –que se sepa– el Camp Nou. De hecho, salvo aquella rueda de prensa en la pretemporada italiana del Bayern en la que arremetió contra la junta presidida entonces por Sandro Rosell, apenas ha hecho más que alusiones superficiales a la realidad del club, dejando entrever la frialdad de su relación con la directiva barcelonista.

Excepto para sus vecinos de abono y para quienes se topen con él en la escalada hacia la parte alta de la grada, Guardiola pasará mañana inadvertido entre casi cien mil personas. Probablemente recibirá el saludo de muchos consocios y revivirá aquella cálida despedida que le tributó el Camp Nou tras el último partido de una temporada que, aun cerrada con la Copa del Rey, ya anunciaba un cierto declive deportivo que nadie supo o quiso parar desde arriba.

Mañana, Guardiola volverá a su casa. Una casa donde se le adora con la misma intensidad con la que algunos, más ruidosos y con mayor altavoz mediático, aprovechan la más mínima ocasión para lanzarle puyas que hasta ahora han obtenido la ignorancia –que no es otra cosa que el mayor desprecio– como mejor respuesta. Mañana, el entrenador del Bayern verá fútbol y estudiará a los equipos. Y en el mismo asiento y al mismo tiempo, el socio Guardiola deseará como el que más presenciar cómo el Barça, su Barça, accede a los cuartos de final de la Liga de Campeones.

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