Cortinas de humo Neymar

La serie siempre ha sido la misma, no tiene secretos. Después de una acción, se produce una reacción; después de una tormenta, luce el sol. En el mundo del fútbol, el fenómeno de la cortina de humo es muy utilizado para salir adelante en periodos de crisis. Y la información sobre el acoso de Real Madrid, Paris Saint Germain y Manchester United para hacerse con los servicios de Neymar suena a eso: a cortina de humo.

No es ningún secreto que la junta directiva de Josep Maria Bartomeu vuelve a estar en el disparadero después de la deficiente actuación en el caso Neymar, de la aceptación de dos delitos fiscales y del pago de 5,5 millones de euros para exonerar la responsabilidad del presidente y su antecesor, Sandro Rosell. El club lo sabe y ha dedicado buena parte de la semana a elaborar una encuesta telefónica para pulsar hasta qué punto ha molestado a los seguidores esta actuación.

Un año después de las últimas elecciones, un doblete más tarde, parece que estamos en el mismo punto. La directiva necesita volver a tomar la iniciativa. Existen diferentes posibilidades, y la más socorrida habitualmente era el anuncio de un gran fichaje. Pero como Samuel Umtiti no lo es, parece mejor poner en primera línea mediática nuevamente a Neymar. ¿Y qué mejor manera que buscar una solución desde el elemento que te ha creado el problema? Una idea genial.

Neymar y Neymar

Neymar, un tipo al que seguramente muchos culés no ven durante muchos años defendiendo los colores del Barça –y menos erigiéndose en un tipo entregado a la causa– tiene encarrilada su renovación. Por recomendación de los auditores, hasta que no venza el curso no se puede anunciar’así que es preciso que existan unas cuantas ofertas (190 millones de euros es su cláusula) para que el Barça vuelva a fichar a Neymar y cumpla con el efecto deseado.

Aunque también podría existir otra opción más práctica: vender al jugador al PSG, financiar de esta manera un tercio de lo que costará el nuevo estadio y acabar con el lastre de N&N. Porque, no nos engañemos, más allá de los grandes partidos firmados por Neymar cuando se lesionó esta temporada Leo Messi, el brasileño parece ahora más preocupado por mejorar su juego de póquer o aumentar sus seguidores en Instagram que en erigirse en el superjugador que todos intuimos que es.

neymar