Esclavos del despelote

despelote

Efectivamente, Piqué. Esto es un despelote.

No tener la pelota es un despelote. Lanzar balonazo tras balonazo es un despelote. No fichar centrales año tras año es un despelote. Derruir paulatinamente un equipo glorioso es un despelote. Caer de nuevo en el ostracismo por abandono es un despelote.

El paulatino despido de canteranos es un despelote de la Masía. La soterrada devaluación de Messi en favor de Neymar es un despelote. Que los niños tengan que pagar por ver el fútbol es un despelote. Que Martino sea resultadista unos días sí y otros no es un despelote. Que los jugadores corran mucho menos que en temporadas pasadas es un despelote. Que uno tras otro se vayan borrando es un despelote. Que hoy por hoy no se sepa a qué jugar porque falta identidad es un despelote. Que esa falta de identidad sea más que patente cuando el entrenador venía a mantener el estilo es un despelote, y más cuando lo primero que se hace es hablar con las vacas sagradas para ver cómo se mantiene el estilo.

Que la pelota ya no nos quiera es un despelote.

Y claro, con tanto despelote, no hay por donde agarrar a los pelotaris.

Hemos caído en la esclavitud del despelote.