Lírica clásica

Del Camp Nou en el sótano oscuro,
de sus intérpretes, tal vez olvidado,
discutido y maltratado, cubriéndose de polvo,
yacía el pergamino del eterno Tiki-Taka.

Cuánto rondo dormía en sus renglones,
como la “cola de vaca”, flotando y
esperando la mano de nieve
que recoja el balón de las mallas.

¡Ay!, pensé; ¡cuántas veces el genio
así la manita orquestaba!
y una voz como Iker diciendo
“¡Joder!” con los brazos en jarra.

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