Aprendiendo a vivir sin Xavi

Con Xavi empezando la Liga en el banquillo tras un verano en el que ha querido salir del club azulgrana pero el cambio no se ha concretado, el nuevo Barça 2014-2015 empieza ya a intentar vivir sin la batuta del de Terrassa para mover al equipo.

La transición que no quiso hacer Martino en el centro del campo la está empezando a dibujar Luis Enrique. Sin aspavientos, con naturalidad y yendo de cara, por ahora (todavía es pronto) tanto Xavi como el club han asumido la nueva situación como algo normal. Xavi se apaga y otros deben empezar a iluminar el camino de la medular culé. En unos años le tocará el turno a Iniesta, es ley de vida.

Por lo visto en pretemporada y en el primer encuentro de Liga, Luis Enrique, que ha introducido variantes en la zona ancha del campo, utiliza a Rakitic en la que sería teóricamente la posición de mediocentro. El mediapunta al que el técnico asturiano y la Dirección Deportiva vieron posibilidades como mediocentro más clásico, al estilo Barça, aunque con sus peculiaridades –como el uso del pase en largo o el disparo desde la frontal–, hace pareja con Iniesta.

En el dibujo de Luis Enrique, el tercer centrocampista, Busquets, baja a recoger la pelota a la zona de centrales, con lo que son Rakitic e Iniesta –el manchego más adelantado y el croata más pendiente de guardar la posición– los que parten desde el centro del campo para construir, con libertad de movimientos y la inestimable ayuda de Messi, que espera un poco más arriba, y de los dos laterales, que se incorporan al centro del campo para ofrecer más opciones de pase.

En la transición pasa sustituir a Xavi el experimentado Rakitic coge la delantera. En el banquillo, junto al propio Xavi, esperan dos productos de la Masía, Sergi Roberto y Sergi Samper, este último el exponente más claro del cuatro clásico del Barça.

En el filial, además, empieza a foguearse otro canterano talentoso proveniente del juvenil A de Jordi Vinyals, el camerunés Kaptoum, que con gestos y maneras muy parecidas a las de Thiago –que en el Bayern y en la selección ha demostrado adaptarse perfectamente a la posición de cuatro–, intentará esta temporada encontrar acomodo en el Barça B ocupando el hueco que han dejado otros dos centrocampistas de calidad que no han contado con la confianza suficiente para dar el salto definitivo: Denis Suárez, cedido por dos años al Sevilla dentro de la operación Rakitic, y el que estaba llamado a ser el próximo Iniesta, Javier Espinosa, que ha fichado por el Villarreal tras ocho años en la Masía.

Otro centrocampista de mucho futuro y que esta campaña también estaba llamado a estar en el B subiendo desde el juvenil A es Joel Huertas (19 años), que ha tenido que hacer las maletas para irse cedido al Badalona. El joven y prometedor jugador venía de dos buenas campañas en el Juvenil A, donde ganó el curso pasado la UEFA Youth League junto con Kaptoum.

Huertas es el último centrocampista técnico y de calidad estilo Barça que hace las maletas. Antes las habían hecho Espinosa, Suárez o Thiago, que no contaron con la confianza suficiente de un entrenador que les diera protagonismo en una transición en el centro del campo azulgrana que ahora sí, Luis Enrique está llevando a cabo.